Nota Prensa: Visita Privada de Donald Trump Jr. Marbella, 15 de noviembre de 2025
Visita privada de Donald Trump Jr. a Marbella y Gibraltar
El pasado sábado 15 de noviembre, Donald Trump Jr., hijo mayor del presidente de los Estados Unidos, realizó una visita privada a la ciudad de Marbella, alojándose en el reconocido hotel Puente Romano Beach Resort. Acompañado por su pareja Bettina Anderson y un amplio dispositivo de seguridad, la estancia se desarrolló en un entorno de máxima discreción.
Durante su paso por la región, Trump Jr. se desplazó también a Gibraltar, donde mantuvo una reunión de carácter privado en el edificio Madison Building, sede del bufete Hassans International Law Firm.
La visita, de carácter no oficial, despertó el interés de medios internacionales por el perfil del visitante y la elección de enclaves estratégicos en la Costa del Sol y el Campo de Gibraltar. Aunque no se han revelado detalles sobre el motivo de su viaje, fuentes cercanas apuntan a posibles gestiones vinculadas a inversiones privadas.
La ciudad de Marbella continúa posicionándose como destino preferente para figuras internacionales del ámbito político, empresarial y cultural, reforzando su imagen como enclave de referencia en el Mediterráneo.
Allí se reunió empresario Christian Ryan, vinculado al grupo Pelagos Data Centres, presidido por el ruso Konstantin Sokolov. Aunque no se han revelado detalles oficiales, se especula que la visita estuvo relacionada con gestiones empresariales o inversiones privadas en la región.
La estancia en Marbella, por su parte, tuvo un carácter más personal y discreto, incluyendo una cena romántica con su pareja Bettina Anderson y alojamiento en el hotel Puente Romano Beach Resort.
La visita se desarrolló bajo un amplio dispositivo de seguridad, coordinado entre cuerpos locales y entidades diplomáticas. En Marbella, la entrada del hotel Puente Romano Beach Resort fue blindada por vehículos oficiales de la embajada estadounidense, escoltas privados y agentes de la Policía Nacional uniformados. El traslado a Gibraltar se realizó en un convoy de cuatro vehículos SUV, escoltado por unidades de seguridad españolas y gibraltareñas, con especial atención en el acceso al Madison Building, sede del bufete Hassans International Law Firm, donde se celebró una reunión privada de aproximadamente tres horas y media.
La logística diplomática incluyó protocolos de discreción, rutas protegidas y coordinación entre autoridades locales, reflejando el perfil internacional del visitante y la sensibilidad del entorno elegido.
Donald Trump Jr.'s Private Visit to Marbella and Gibraltar
Last Saturday, November 15, Donald Trump Jr., the eldest son of the President of the United States, paid a private visit to the city of Marbella, staying at the renowned Puente Romano Beach Resort. Accompanied by his partner, Bettina Anderson, and a large security detail, the visit was conducted with the utmost discretion.
During his time in the region, Trump Jr. also traveled to Gibraltar, where he held a private meeting at the Madison Building, headquarters of the Hassans International Law Firm, according to local media.
The unofficial visit attracted international media attention due to the visitor's profile and the choice of strategic locations on the Costa del Sol and in the Campo de Gibraltar region. While details about the purpose of the trip have not been revealed, sources close to the matter suggest it may be related to private investments.
His stay in Marbella, meanwhile, was more personal and discreet, including a romantic dinner with his partner Bettina Anderson and accommodation at the Puente Romano Beach Resort hotel.
The visit took place under a large security detail, coordinated between local authorities and diplomatic entities. In Marbella, the entrance to the Puente Romano Beach Resort was secured by official vehicles from the U.S. Embassy, private security guards, and uniformed National Police officers. The transfer to Gibraltar was carried out in a convoy of four SUVs, escorted by Spanish and Gibraltarian security units, with particular attention paid to the access to the Madison Building, headquarters of the Hassans International Law Firm, where a private meeting of approximately three and a half hours was held.
The diplomatic logistics included discretion protocols, protected routes, and coordination between local authorities, reflecting the international profile of the visitor and the sensitivity of the chosen environment.
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